A medida que la correspondencia se vuelve cada vez más electrónica a lo largo de los años, puede parecer que el correo tradicional se está volviendo más obsoleto; sin embargo, este difícilmente es el caso, especialmente en lo que respecta al tema del fraude postal. El fraude postal, que es similar al fraude electrónico, es un delito federal que el gobierno sigue tomándose muy en serio.